En 1 Samuel 1:17-28 RVR1960, vemos el ejemplo de Ana, una mujer que no solo hizo un voto a Dios, sino que lo cumplió con fidelidad. Ana prometió que, si Dios le concedía un hijo, lo dedicaría por completo a Su servicio. Cuando Dios respondió su oración y le dio a Samuel, ella no retrocedió, sino que honró su palabra entregando a su hijo al servicio del Señor.
Este pasaje nos confronta con una realidad: muchas veces hacemos promesas a Dios en momentos de necesidad o dificultad, pero cuando llega el momento de cumplirlas, podemos olvidarlas o ignorarlas. La historia de Ana nos enseña la importancia de ser personas de palabra, especialmente cuando se trata de nuestros compromisos con Dios.
Cumplir nuestras promesas refleja nuestro amor y reverencia hacia Dios. También es una muestra de nuestra fe y gratitud por Su fidelidad. Ana no solo cumplió su voto, sino que lo hizo con gozo, entendiendo que todo lo que tenía venía de Dios y que Su propósito era mayor que el suyo propio.
Queridos hermanos, esta enseñanza nos invita a reflexionar sobre nuestras promesas a Dios. ¿Hemos cumplido lo que le hemos prometido? Si no, aún hay tiempo para rectificar. Sigamos el ejemplo de Ana, una mujer que honró a Dios con su fidelidad y confianza.
Palabras clave: Pastor Jhonatan Castañeda, reflexiones cristianas, aprendamos la palabra de Dios, cumplir promesas, fidelidad, ejemplo de Ana.
Síguenos en nuestras redes:
- TikTok: https://www.tiktok.com/@pastorjhonatanoficial
- Instagram:
https://www.instagram.com/pastorjhonatanoficial
- Facebook: http://www.facebook.com/pastorjhonatanoficial
- Twitter: http://www.twitter.com/pastorjhonatanc