"Esforcémonos y Cobremos Ánimo", Dt. 31:6, Gloriosa Presencia, Coro, Estado Falcón, Venezuela
Entonces dijo Moisés a los que desanimaban al pueblo: “ ¿Y por qué desaniman a los hijos de Israel, para que no pasen a la tierra que les ha dado el Señor? Así hicieron vuestros padres.” El espíritu de desánimo ha sido una de las Armas con mayor influencia, que satanás ha utilizado en todos los tiempos, con el cual ha logrado destruir al pueblo de Dios, y actualmente está actuando aún más, en medio de esta situación de pandemia, de hambruna y de crisis, y su objetivo es desviarnos del propósito eterno de Dios.
Es sorprendente, Sólo dos espías tuvieron una actitud de FE, de esfuerzo, de ánimo, muchas veces pocos son los que estamos dispuestos a dar palabras de aliento, de fortaleza y de ánimo a nuestro entorno, los otros 10 espías desalentaron al pueblo, de tal manera, que les cerraron sus oídos y ojos espirituales, para que no miraran la grandeza del Señor y los prodigios con que los sacó de Egipto y los llevó por el desierto, dice la palabra: "No escucharon mi voz”, Sólo vieron a los gigantes, siempre Dios hará maravillas con nosotros, y siempre debemos tener presente, que si lo hizo en el pasado lo volverá hacer con nosotros, y nos sacara de este desierto a una tierra de abundancia donde fluye leche y miel.
Las personas con Espíritu de Desanimo, se dejan llevar por la duda y la incredulidad, y estas son enemigas de la fe. Y lo más sorprendente es que muchas veces un pueblo se deja influenciar más por las personas con este espíritu y con sus palabras de desánimo, que aquellas personas que les hablan con la palabra del Señor, porque no hay mayor poder que la palabra de Dios. Pues dijo nuestro Señor Jesús al pueblo: “ustedes se equivocan porque ignoran las escrituras y el poder de Dios”.
Porque el pueblo estaba tan influenciado por ese espíritu, que querían apedrear a Josué y a Caleb, pero la Gloria del Señor hizo una barrera y no lo permitió. Aunque otros hablen mal, nosotros estamos llamados a hablar bien, palabras de victoria, no de derrota, palabras de ánimo y no de desánimo, palabras de bendición y no de maldición. Porque aquellas palabras de maldición trajeron consecuencias graves sobre el pueblo de Israel, y el Señor en ese momento determinó que no entrarían en la tierra prometida, sino que solo de esa generación Josué y Caleb entrarían.
Al Señor le desagrada enormente las palabra de desánimo. Asi que, no hablemos palabras de murmuración, de queja, de maldición, no provoquemos contiendas en las personas, no sembremos cizaña, porque esto no nos traerá bendición y como consecuencia no entraremos en la tierra prometida, la tierra que fluye leche y miel.
Moisés dijo en Deuteronomio 31:6 "Esfuércense y cobren ánimo; no teman, ni tengan miedo de ellos, porque El Señor tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará."
También dice el apóstol Pablo: “Anímense unos a otros, y edifíquense unos a otros” es nuestra misión: alentar, animar y motivar a nuestros hermanos y amigos en la Fe en Cristo Jesús, porque cualquier otra actitud negativa en nosotros, no proviene de Dios.