Por simple curiosidad intelectual, decimos que algunos creen que fue Pablo el autor de Hebreos, pero hay que decir, que el apóstol siempre se identificó personalmente, de alguna manera en todas sus epístolas, y esta no lo hace.
Además si se hace un análisis literario de esta carta en el idioma griego, demuestra que está escrita en un estilo que no es el característico de Pablo. Algunos otros suponen que un discípulo del apóstol, quizás su compañero Bernabé, ó aún Timoteo, ó quizás Silvano, ó el mismo Tito, u otro desconocido, escribió la epístola.
Lo que es realmente importante, es que sabemos Quién dictó el texto, aunque no sepamos quién lo escribió. El autor es el Espíritu Santo.