LUISA CARNÉS. LA VIDA EN UNA CARTERA
Quizá todos hayamos reflexionado en alguna ocasión sobre qué nos llevaríamos a una isla desierta, pero seguramente pocos nos hayamos detenido a pensar qué sería lo único que vendría con nosotros si tuviéramos que partir al exilio. Luisa Carnés lo tuvo claro: sus cuentos.
La joven autora madrileña, que había publicado ya tres novelas y un puñado de relatos en la prensa escrita antes de que estallara la guerra civil, partió al exilio con lo puesto, cruzando la frontera francesa por Cataluña en 1939, únicamente se llevó una cartera de piel con los originales de su narrativa breve guardados en ella. De la penuria de los campos de refugiados franceses la salvó una petición del México de Lázaro Cárdenas, uno de los pocos gobiernos del mundo que se preocupó por el destino de los republicanos españoles. Y en México vivió y siguió escribiendo Luisa hasta su temprana muerte en 1964.