Pensaste que se acababa el mundo…
pero lo que se acabó fue tu cárcel emocional.
No fue una ruptura.
Fue el inicio de tu libertad.
De tu sanación.
De tu nueva vida.
Y aunque duela,
en el fondo lo sabes.
Más herramientas para sanar de verdad, dejar de repetir patrones y reconstruirte desde el amor propio en paconavas.com
Tu vida, tus normas.