Este es el testimonio de vida de Iago, un niño que nació sin ojos y con una limitación auditiva grave y que falleció hace tres años. Pero también es el de sus padres, Javier y Elia, que lucharon por su vida y su felicidad desde el primer momento y contra un sinfín de dificultades, siempre con la alegría de un hijo que les cambió la vida