AFIRMAMOS, basados en la autoridad de las Santas Escrituras, que antes de nacer en la carne, existía con el Padre el Ser conocido entre los hombres como Jesús de Nazaret, y como Jesús el Cristo entre todos los que reconocen su divinidad; y que en el estado preexistente fue escogido y ordenado para ser el único Salvador y Redentor de la raza humana.