133. Les anuncié la palabra de Dios.
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Pablo y los falsos apóstoles. 2 Corintios 11,1-15
2Co 11:1 ¡Ojalá me aguanten unas cuantas tonterías! ¡Sí, aguántenmelas!*
2Co 11:2 El celo que siento por ustedes proviene de Dios, pues los tengo prometidos a un solo esposo, que es Cristo, para presentárselos como una virgen pura.
2Co 11:3 Pero me temo que, así como la serpiente con su astucia engañó a Eva, los pensamientos de ustedes sean desviados de un compromiso puro y* sincero con Cristo.
2Co 11:4 Si alguien llega a ustedes predicando a un Jesús diferente del que les hemos predicado nosotros, o si reciben un espíritu o un evangelio diferentes de los que ya recibieron, a ése lo aguantan con facilidad.
2Co 11:5 Pero considero que en nada soy inferior a esos superapóstoles.
2Co 11:6 Quizás yo sea un mal orador, pero tengo conocimiento. Esto se lo hemos demostrado a ustedes de una y mil maneras.
2Co 11:7 ¿Es que cometí un pecado al humillarme yo para enaltecerlos a ustedes, predicándoles el evangelio de Dios gratuitamente?
2Co 11:8 De hecho, despojé a otras iglesias al recibir de ellas ayuda para servirles a ustedes.
2Co 11:9 Cuando estuve entre ustedes y necesité algo, no fui una carga para nadie, ya que los hermanos que llegaron de Macedonia suplieron mis necesidades. He evitado serles una carga en cualquier sentido, y seguiré evitándolo.
2Co 11:10 Es tan cierto que la verdad de Cristo está en mí, como lo es que nadie en las regiones de Acaya podrá privarme de este motivo de orgullo.
2Co 11:11 ¿Por qué? ¿Porque no los amo? ¡Dios sabe que sí!
2Co 11:12 Pero seguiré haciendo lo que hago, a fin de quitar todo pretexto a aquellos que, buscando una oportunidad para hacerse iguales a nosotros, se jactan de lo que hacen.
2Co 11:13 Tales individuos son falsos apóstoles, obreros estafadores, que se disfrazan de apóstoles de Cristo.
2Co 11:14 Y no es de extrañar, ya que Satanás mismo se disfraza de ángel de luz.
2Co 11:15 Por eso no es de sorprenderse que sus servidores se disfracen de servidores de la justicia. Su fin corresponderá con lo que merecen sus acciones.