No todas las personas pueden pasar a la historia como héroes, vencedores, conquistadores o, de perdida, mártires, algunos lo hacen porque, simplemente, no tuvieron la suerte o las habilidades para desempeñar correctamente sus funciones.
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Mythomanía cumple su primer año y lo conmemoramos con un episodio íntimo y especial.
En búsqueda de un lugar donde ser verdaderamente libres, un grupo de piratas, comandados por un par de hombres sumamente visionarios, crearon su propio pedazo de paraíso.
En una época llena de misoginia, dos mujeres decidieron, cada una por su lado, dejarlo todo y vivir aventuras en altamar.
Ya hablamos un poco sobre mujeres piratas, mujeres que dominaron un mundo supuestamente hecho para hombres, pero hubo una pirata en especial a quien nunca nadie hubiera siquiera pensado en insultar, tanto era su poder.
No todos los piratas fueron rudos y sucios hombres, hubo mujeres que, debido a cosas de la vida, tuvieron que incursionar en tan afamado oficio. Jeanne de Belleville es solo una de ellas.
¡Más mitos, más monstruos, más agua! El segundo volúmen viene con criaturas marinas menos conocidas, pero no por eso menos temibles.
De entre todos los piratas que atormentaron los siete mares, hubo uno que fue inspiración y aspiración de casi todos los demás, su nombre fue Henry Avery, también conocido como el Rey de los Piratas.
Lo único que da más miedo que el mar es un monstruo, y lo único que da más miedo que un monstruo es un monstruo marino. Emergiendo desde las profundidades, en este episodio nos codeamos con algunos de los monstruos marinos más conocidos.
Pocos nombres han sido tan temidos, tan respetados, como el de Barbanegra, el último pirata del caribe, terror de los imperios americanos y borracho profesional.
