En torno a las aguas del río Magdalena, a su paso por Plato, se originó esta leyenda alrededor de la figura de un antiguo pescador que habitó en aquella zona. No se conoce el inicio de esta narración, aunque fue registrada por primera vez en la prensa local hacia 1940 por Virgilio Di Filippo, periodista de la época.
A día de hoy, existe un monumento en la plaza principal de la localidad. También un festival homónimo donde se presenta el folclore local.