Podemos suponer que Simón se sometió a la enseñanza de Jesús, que incluía “dar a César lo que es de César” (Mateo 22:21), y un énfasis en el reino de Dios, que no era de este mundo y no se estableció mediante el uso de la violencia y la fuerza de las armas (Juan 18:36). Simón también habría sido informado por la revelación de Jesús de que el templo sería destruido y Jerusalén sería completamente invadida por los gentiles (Lucas 21:5-6, 20-24). Ojos, en la cuenta del arresto de Jesús en Getsemaní en Juan 18:1-11, fue Simón Pedro, no el presunto zelote, quien sacó su espada y atacó a Malco. Fue a él a quien Jesús reprendió por la violencia.