En la antigüedad los gobernantes usaban una estrategia de guerra que se llamaba sitió.
Esto consistía en rodear al pueblo enemigo cortándole el acceso a los elementos básicos para la vida.
El pueblo que era sitiado en pocos días empezaba a sentir y sufrir el desabastecimiento de agua potable y alimentos a tal grado que los que morían de hambre eran tirados por los muros de la ciudad para evitar infecciones, ya que tampoco podían salir a sepurtar a sus muertos.
Con esta cruel estrategia el ejército contrario conseguía ganar la batalla sin sufrir bajas en sus filas, ya que el sitio obligaba a la cuidad sitiada a rendirse cuando la situación era ya insostenible.
Está estrategia persiste en estos días modernos, no con la crueldad con que era utilizada antes!, Sino más sutil eh inteligente.
Porque un pueblo que a pasado de depender de la tierra, y ahora depende de los supermercados es algo preocupante...
Pues si los supermercados están desavastesidos la histeria colectiva es inminente.
Tenemos una generación que no sabe sembrar ni cultivar nigún fruto, no sabe pescar ni sobrevivir en la naturaleza y lo peor de todo, no poseen tierras para hacerlo!, Por ende esa generación es fácil de sitiar.
La costumbre de acomodarse al sistema nos llevará a un sistema de Sitio, que en la cual tendremos que poseer una identificación para poder comprar un pan para que nuestras familias coman.