Los verdaderos sabios vinculan la sabiduría con la humildad, lo que facilita la escucha y el aprendizaje. Juan Bautista es un ejemplo de dedicación y devoción. Miguel Díez, predicando en lugares desolados, destaca la misión de ser mensajeros del Reino.
Se enfatiza el arrepentimiento genuino, los tres tipos de bautismos y la diferencia entre creyentes y discípulos. Dios es paciente, deseando la conversión genuina. Seguir a Cristo implica sacrificios y obediencia total.
La verdadera vida en Cristo se logra renunciando al mundo y sus valores, dedicándose completamente a la misión de hacer discípulos y servir a Cristo.