Hola! Esta semana les platico sobre el reflejo de alarma que a pesar de su gran utilidad si se convierte en un estado permanente nos provoca un alto riesgo de enfermarnos (mente y cuerpo) y desde nuestra subjetividad aprendemos que el mundo es un lugar hostil, poco confiable y lleno de peligros. Valdría la pena cuestionar qué podemos hacer para evitar vivir en continua alarma y de forma consciente decidir abrirnos un poco más a la ternura y el disfrute. Espero lo escuchen y me cuentan que opinan!