”Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.” (1 Pedro 5:7)

”Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.” (1 Pedro 5:7)

Radio Gracia y Paz
00:04:06
Link

About this episode

Meditación
”Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.” (1 Pedro 5:7)
Es posible vivir una larga, muy larga vida como creyente y nunca aprender a echar nuestra ansiedad sobre el Señor. Podemos memorizar el versículo y aún predicarlo a los demás, y no obstante jamás llevarlo a la práctica en nuestras vidas. Sabemos teológicamente que Dios cuida de nosotros, que está interesado en nuestros asuntos y que es capaz de tener cuidado de las ansiedades más grandes que podríamos imaginar. Con todo, insistimos en dar vueltas en nuestras camas por la noche, inquietos, lamentándonos e imaginando lo peor.
No tiene porqué ser de ese modo. Tengo un amigo que enfrenta más problemas y dolores de cabeza que lo que la mayoría de nosotros hemos conocido. Si tuviera que llevarlos por sí mismo, sería un caso perdido. ¿Qué es lo que hace? Los lleva al Señor y los deja allí, se levanta de sus rodillas, se mete en la cama, canta unos cuántos versos de un himno y en poco tiempo está profundamente dormido.
Bill Bright le dijo una vez a LeRoy Eims: “LeRoy, he encontrado un gran consuelo en 1 Pedro 5:7. He llegado a la conclusión en mi propia vida que, o llevo mis cargas o las lleva Jesús. No podemos llevarlas ambos y he decidido echarlas sobre Él”.
Leroy decidió probar. Escribió: “Fui a mi habitación y comencé a orar. Hice lo que Bill me había dicho con todas mis fuerzas. Durante meses había llevado un pesado nudo en mi estómago. Pude sentir en realidad que esto se iba. Experimenté la liberación de Dios. No, el problema no se fue, y no se ha ido hasta este día. Pero la carga se ha ido. Ya no paso más noches en blanco. Ni sufro para dormir. Puedo enfrentar honestamente las cargas con un espíritu gozoso y agradecimiento de corazón”.
La mayoría de nosotros podemos identificarnos con aquel que escribió:


“Es la voluntad de Dios que eche / a diario mi ansiedad sobre Él. / También pide que no deje / de confiar en Él. / Pero ¡Oh qué neciamente actúo / cuando tomado de improviso, / abandono mi confianza / Y todas mis preocupaciones llevo.”


Y en todo tiempo el Salvador nos dice:


No lleves ni un solo afán,
Uno es mucho para ti.
La obra es mía, sólo mía.
Tu obra es: descansa en Mí.
Support this podcast