A menudo nos encontramos a disgusto con nosotros mismos y con el mundo.
Juzgándonos por todo lo que no hemos logrado y por todo lo que deberíamos de tener o haber logrado.
Ya sea que nos obsesionemos por tener un cuerpo más atractivo, mayores recursos, más éxito profesional. Los humanos nos parecemos más a una máquina insaciable que a un ser vivo disfrutando su paso por la vida.
¿Cuáles son las consecuencias de no ser compasivos con nosotros mismos?