¿Qué tanto miras a tu pasado? ¿En qué te enfocas cuando lo miras? y ¿cuáles son los recuerdos que más revives?
Es necesario aprender a comprender los tiempos.
El pasado, ya se fue, ya no está, no podemos volver, mucho menos cambiar algo sobre él.
Lo que sí podemos hacer es integrarlo, mirarlo, aceptarlo y honrarlo. Para después dejarlo donde le corresponde: en el ayer.