Es muy común. A veces lo hacemos porque pensamos que “aguantar” es lo correcto, que tener paciencia y persistir nos va a llevar a algún lado. Y claro, la paciencia y la perseverancia son virtudes hermosas… pero solo si lo que estás persiguiendo realmente resuena con tu corazón.
El problema es cuando soportamos lo que no es para nosotros.