"Algunas palabras, quizá, pueden cambiar el mundo, pueden consolarnos y secar las lágrimas. Algunas palabras son balas de fusil, otras son notas de violín. Algunas pueden fundir el hielo del corazón e incluso es posible enviar palabras como brigadas de salvamento cuando los días son difíciles y nosotros quizá no estamos ni vivos ni muertos.".
Y es que de esto trata la maravillosa novela del señor Jón Kalman Stefánson, del amor por las palabras y de la vida y la muerte, de lo difuminado de su frontera en aquellos mundos de dureza y silencios como pudo ser la Islandia de finales de siglo XIX.