“Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar” (Juan 9:4).
“Estamos aproximándonos al final de la historia de este mundo y los diferentes departamentos de la obra de Dios deben promoverse con mucho más sacrificio personal que el que se ha practicado hasta ahora.”—El Evangelismo, pág. 458.