Se origina durante la etapa de desarrollo de la independencia, es decir, cuando empiezan a comer solos, a ir al baño, estar limpios, hablar, escuchar, etc.
La herida de la humillación, surge a partir de burlas, por la apariencia física, nivel económico, sexo, raza, nivel intelectual e incluso enfermedades o capacidades diferentes.
Una de las consecuencias más evidentes de quienes tienen esta herida, es la falta de autoestima y confianza en sí mismos.
Suelen sentirse sucios y desordenados aunque no lo estén; además de no reconocer su propia sensualidad y amor por los placeres de la vida.
Quienes portan la máscara de masoquista, suelen tener un cuerpo grande, la cara redonda, cuello grande y una joroba en la parte superior de la espalda.