La obra fue producida en 1980 por el también músico Willie Colón y fue distribuida en un disco de larga duración doble. Se trata de un trabajo que introdujo hechos y contradicciones propias de la vida urbana como parte de un proyecto denominado Focila por el propio Rubén Blades que lo explica así:
"Focila, Folclore de Ciudad Latinoamericana, nace con Maestra Vida, probablemente lo más anticomercial que se haya hecho jamás en el mundo de la salsa. En el disco se trata el tema de la muerte, un tema tabú hasta el momento; la obra comienza con una obertura de corte clásico y durante su desarrollo se escuchan palabras obscenas que causaron prohibiciones. En Venezuela recogieron el disco pues en una parte decía "marica". En Puerto Rico también hubo revuelo... Es que no se podía aceptar que en un género musical hecho especialmente para alegrar a la gente, se hablara de cosas deprimentes. Pero es que en un campo musical donde el 99% canta cosas como "vení mama vamo' a bailá", alguien tenía que mostrar el otro lado de la moneda. Yo quise explorar dentro de la dinámica y de la realidad de la urbe otro tipo de historias, por ejemplo la de los viejos que se quedan solos en su casa esperando a los hijos que nunca llegan y que terminan muriéndose en silencio. Hay otra serie de imágenes dentro del trabajo que tiende a que la gente piense también en otras cosas"