Borja González Ponce responsable de Dermatología de Hospitales Universitarios San Roque, se ha referido en Radio Sol, sobre el avance cuantitativo que se ha producido con los tratamientos con láser, calificándolos como la gran revolución en la medicina estética.
“Hay que empezar desde pequeños, por eso la responsabilidad es de los padres que deben educar sobre la protección solar en todas las etapas de la infancia, para que después no les repercuta de adultos. Ya no solo para evitar un cáncer de piel que, por supuesto, es lo más grave, sino para evitar otros problemas que también afectan a nuestra apariencia física”, comenta González Ponce. Además, añade “quiero pensar que con respecto a décadas pasadas hay un avance, pero todavía queda mucho por hacer para que el protector solar se convierta en una rutina como la de lavarse los dientes”.
Tratamientos dermatológicos
El responsable de Dermatología de Hospitales Universitarios San Roque asegura que el primer paso es discernir si la lesión es maligna o no y que, para ello, “el papel del dermatólogo es clave”. En caso de ser maligna, el tratamiento será quirúrgico sin olvidar una biopsia; si se trata solo de manchas marrones benignas, conocidas en el entorno médico como léntigos solares, que también generar un gran deterioro en el aspecto físico, el tratamiento más recomendado es el láser.
“El láser ha supuesto una revolución en la dermatología estética porque los resultados son espectaculares, ya que este tipo de manchas pueden incidir significativamente. Además, es una técnica muy poco invasiva. Es como un bisturí muy selectivo que nos permite tocar las zonas que queremos, sin dañar otras”, afirma.
Lo importante aclara es “saber que hay diferentes tipos de láser que no deja de ser más que un haz de luz que puedes manejar y definir en función del tiempo, espacio y potencia que necesitas. Lo más importante es la longitud de onda, ese es su DNI. No es lo mismo un láser para tratar las típicas manchas rojas, que el que utilizamos para las lesiones marrones que comentábamos antes, para eliminar un tatuaje o para la depilación”.
Tipos de lesiones
Sobre el tipo de lesiones también comenta que los léntigos solares, aunque al principio suelen ser planos, “pueden terminar siendo queratosis seborreica si cambian de aspecto como si fueran verrugas marrones y crecen que, aunque no supongan un peligro, si pueden resultar molestas”.
Respecto a los típicos puntos rojos que “sobre todo suelen aparecer a partir de los 40”, donde el factor genético también interviene, asegura que no suponen ningún riesgo porque son dilataciones de los vasos capilares, pero que en ocasiones el volumen es tal que los pacientes prefieren eliminarlos por una cuestión estética.
“Nuestra carta de presentación es nuestra cara y nuestras manos y es donde más manchas suelen aparecer, afectando incluso a la autoestima porque vivimos en una sociedad donde la imagen y la apariencia juega un papel muy importante. Aunque hay factores que no podemos modificar, ya que forman parte de nuestro ADN, sí podemos hacer que no salgan más, teniendo especial cuidado con la exposición solar”.