Hoy hablamos de la izquierda tóxica, esa izquierda que necesita que los demás nos sintamos incapaces de sobrevivir sin ellos, que nos veamos unos niños que precisan de la tutela socialista para salir adelante. Tanta prepotencia y arrogancia tienen un diagnóstico clínico: la toxicidad. Vamos a aplicar algunos conceptos de la psicología para explicar su mentalidad y comportamiento.