Las recientes lluvias torrenciales provocadas por una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) han dejado un trágico saldo de al menos 51 muertos en la Comunidad Valenciana. Los desbordes y las imágenes de inundaciones severas en zonas residenciales, calles y áreas de trabajo reflejan el impacto devastador de este fenómeno, que no solo causó muertes, sino que también dejó a muchas familias con seres queridos desaparecidos. En medio de la catástrofe, surgen interrogantes sobre la gestión de emergencias y las decisiones políticas, alimentadas por una ola de indignación que ha resonado entre ciudadanos y políticos.