Las brujas de Burgama fueron cinco mujeres que vivieron en el siglo XVII, al norte de Santander, en Ocaña, Colombia. Se llamaban María Antonia Mandona, María Pérez, María de Mora, María del Carmen y Leonelda Hernández. Estas cinco jóvenes eran practicantes de brujería. Se dice que los pobladores las contrataban para realizar exorcismos, limpias y para elaborar amuletos de protección.