Los seres humanos experimentamos emociones todo el tiempo. Transitamos de una a otra como transitamos las horas del día. Algunas son sutiles y otras pueden ser muy intensas y esto nos sucede desde que nacemos, sin embargo, no tenemos mucha práctica en identificarlas y nombrarlas. Por lo general, nos quedamos en un par de ellas que nos son familiares y tendemos a englobar otras muchas dentro de ellas. En este programa hablamos de la importancia de nombrarlas correctamente para facilitarnos la resolución de las mismas y para comunicarnos mejor con el otro y como resultado de lo anterior, la formación de conexiones más profundas con los demás.