Recordemos que en algún momento determinado de la historia de nuestras vidas decidimos comenzar a vivir mejor, que desde ese momento en adelante lo íbamos a hacer bien. Para eso es necesario cada día retomar la misma motivación que esta basada en una fe y esperanza mejor.
No solo debemos empezar bien, sino que debemos terminar de la misma manera. Por lo que es vital e indispensable no rendirnos en el proceso. Lo que Dios empezó lo va terminar, continuemos confiando en su obra; la recompensa esta cada vez mas cerca y el premio lleva fruto abundante de gozo para su gloria.