370: Las heroínas de Dios - 30/3/2025 - #1345
30 March 2025

370: Las heroínas de Dios - 30/3/2025 - #1345

Iglesia de la Ciudad - Mensajes

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Pastor José Luis Cinalli

30/3/2025

Las heroínas de Dios




“… El temor del SEÑOR es tu tesoro, Isaías 33:6 (LBLA).



La familia de José era muy pequeña cuando llegó a Egipto: “… Solo… setenta personas…”, Deuteronomio 10:22 (TLA). Pero en poco tiempo Dios los hizo “un pueblo tan numeroso como las estrellas del cielo”, Deuteronomio 10:22 (BAD). “Dios les dio su bendición y ellos… se multiplicaron”, Salmo 107:38 (TLA). Qué fácil le resulta a Dios aumentar y multiplicar, así como disminuir y humillar cuando no se lo obedece: “Ustedes son un pueblo muy numeroso; pero si no obedecen a Dios, quedarán solo unos cuantos”, Deuteronomio 28:62 (TLA). “Los hijos de Israel fructificaron y se multiplicaron” (Éxodo 1:7, RV95) tal como Dios se lo había prometido a Abraham (Génesis 12:2; 13:15-16; 15:5; 22:17) a Isaac (Génesis 26:4) y a Jacob, Génesis 28:14; 35:11; 46:3-4. Lo que Dios promete, ¡lo cumple! Cuando Dios dijo “tiempo de activación sobrenatural”, decenas de equipos misioneros fueron liberados a la obra e innumerables casas de oración vieron la luz. La Biblia dice claramente que “hay dos cosas imposibles: que Dios mienta y que no cumpla lo que promete…”, Hebreos 6:18 (PDT). “Dios siempre dice la verdad” (Romanos 3:4, TLA) y “Dios… siempre cumple su palabra…”, 1ª Samuel 15:29 (TLA). Dios le dijo a Abraham: “… Voy a darte muchas riquezas” (Génesis 15:1, TLA) y el hombre se volvió riquísimo, Génesis 13:2. Le dijo a Isaac: “… Tus descendientes… se convertirán en una gran nación…” (Génesis 26:24, NTV) y los israelitas se volvieron más numerosos que los egipcios, Éxodo 1:9. No existe razón para desconfiar del Señor: “Dios no ha dejado de cumplir… lo bueno que… prometió. Todo lo que prometió se ha hecho realidad, Josué 23:14 (TLA). Tengamos fe, Dios cumplirá lo que ha prometido. ¿Y sabes por qué? Porque Dios… es fiel para hacer lo que dice…”, 1ª Corintios 1:9 (NTV).



Dios cumplió su promesa y faraón dijo: “¡Cuidado con los israelitas, que ya son más fuertes y numerosos que nosotros!”, Éxodo 1:9 (NVI). Y luego agregó: “Tenemos que idear un plan para evitar que… sigan multiplicándose…”, Éxodo 1:10 (NTV). ¡Qué locura! Encontramos a un hombre que pretende frustrar los propósitos del Todopoderoso Dios. Y, ¿cómo lo hará? Haciéndoles la vida imposible a los hijos de Dios: “… Los egipcios esclavizaron a los israelitas y les pusieron capataces despiadados… para que los oprimieran con sus cargas…”, Éxodo 1:11 (NTV, RV95). Una carga es un peso extra que agobia, cansa, desgasta y hace sufrir. Esas cargas consistían en impuestos y trabajo duro. Hoy día muchos creyentes son agobiados por pesadas cargas, cargas por un pasado no sanado, pleitos no arreglados, ofensas no perdonadas y una conciencia que los acusa de pecado. ¿Cómo le fue al faraón en su intento de medir fuerzas con el Eterno Dios? ¡Muy mal! “Cuanto más los oprimían, más se multiplicaban… de modo que los egipcios llegaron a tenerles miedo, Éxodo 1:12 (BAD). Obrar sin tener en cuenta a Dios es el peor error. Tarde o temprano los propósitos del Señor se impondrán y los planes del ser humano serán destruidos. Lo que emprendemos independientemente de Dios puede durar a lo sumo el tiempo presente. Todo lo que es humano, por sólido y brillante que parezca, está destinado a ser presa de la muerte y a caer deshecho en el polvo; mientras que todo lo que se relaciona con Dios y se apoya en Él permanecerá para siempre: “Será su nombre para siempre; se perpetuará su nombre mientras dure el sol”, Salmo 72:17 (RV95). Cuán grande es la locura del hombre que se levanta contra el omnipotente Dios. ¡El enemigo podrá resistir, pero Dios siempre se mostrará más fuerte que él!



La primera estrategia del faraón no dio resultado. Cuánto más oprimía a los israelitas éstos más se multiplicaban. Entonces, ideó otro malvado plan. Convocó a las parteras de las hebreas llamadas Sifra y Fúa y les dijo: “Cuando estén ayudando a las hebreas a dar a luz, fíjense en el sexo del bebé. Si es niño, mátenlo, pero si es niña, déjenla vivir. Pero las parteras respetabantemían (BDA2010) … reverenciaban (NBLH) a Dios y no hicieron lo que el rey… les ordenó. Dejaban que los niños vivieran”, Éxodo 1:16-17 (PDT). El faraón hizo que se presentaran ante él y les preguntó: “… ¿Por qué dejaron vivir a los niños? Ellas respondieron: —Porque las hebreas son diferentes a las egipcias; son fuertes y dan a luz antes de que la partera llegue a atenderlas”, Éxodo 1:18-19 (PDT). ¿Está bien desobedecer a la autoridad? Jesús nos enseñó a respetarlas. Él dijo: “… den al César lo que pertenece al César…”, Mateo 22:21 (NTV). Pablo agregó: “Toda persona debe someterse a las autoridades de gobierno…”, Romanos 13:1 (NTV); Tito 3:1; 1ª Pedro 2:13. Sin embargo, cuando una orden humana contradice una ley divina debemos obedecer a Dios. Esto hicieron los apóstoles cuando fueron interpelados por el concilio para que no predicaran a Cristo (Hechos 4:18), ellos dijeron: “¿Acaso piensan que Dios quiere que los obedezcamos a ustedes en lugar de a él?... Tenemos que obedecer a Dios antes que a cualquier autoridad humana, Hechos 4:19 y 5:29 (NTV). Muchas personas estuvieron dispuestas a sacrificar sus propias vidas para obedecer a Dios: Ester y Mardoqueo (Ester 3:2; 4:13-16); Sadrac, Mesac y Abed- nego (Daniel 3:16-18); Daniel se negó a adorar la estatua de oro levantada por el rey; y las parteras y la madre de Moisés fueron bendecidas y consideradas mujeres de fe por desobedecer la orden del faraón: “Y como las parteras tuvieron temor de Dios, él hizo que sus familias prosperaran”, Éxodo 1:21 (RVC). Todas estas personas temieron a Dios, confiaron en Dios y no fueron defraudadas: “El Señor… bendecirá a todo el que lo respeta…”, Salmo 115:12-13 (PDT). Qué gran principio espiritual: ¡Dios solo se establece en el hogar de quienes lo honran! Dios visitó y bendijo la casa de Cornelio porque él era un hombre temeroso de Dios, Hechos 10:1-2. ¡La bendición para tu familia no puede llegar de ninguna otra parte que no sea del cielo y de ninguna otra manera que no sea a través de la obediencia: “Si… obedecen a Dios, serán bendecidos con prosperidad por el resto de su vida…”, Job 36:11 (NTV)!



Las parteras estuvieron dispuestas a perderlo todo por el gran respeto y temor que le tenían a Dios. José dijo “no” a la atractiva oferta de la esposa de Potifar por la misma razón. El temor a Dios es confianza reverencial: “¡Todos los que temen al Señor, confíen en el Señor! Él es su ayudador y su escudo”, Salmo 115:11 (NTV). La razón por la que la gente no teme a Dios es porque los creyentes no le temen. ¿Recuerdas lo que le pasó a la reina Vasti por desobedecer al rey? Fue “excluida para siempre de la presencia del rey”, Ester 1:19 (NTV). El castigo fue grave porque el honor del rey estaba en riesgo delante de todo el pueblo. Su deshonra podría ser contagiosa. Si la reina se comportaba irreverentemente con el rey, ¿qué podría esperarse de los demás súbditos? Dios dijo: “… Como santo seré tratado por los que se acercan a Mí, y en presencia de todo el pueblo seré honrado”, Levítico 10:3 (NBLH). Cuando Ananías y Safira fueron juzgados “un gran temor se apoderó de toda la iglesia”, Hechos 5:11 (BAD). La Biblia dice: “El Señor reserva su amistad personal para los que le tienen un temor reverenteSalmo 25:14 (PDT). El apóstol Pedro agregó: Vivan el resto de sus vidas en el temor de Dios”, 1ª Pedro 1:17; Hebreos 12:28. El temor a Dios es el requisito más importante de todo líder. Dios le dijo a Moisés: “… Escoge entre el pueblo hombres… que tengan temor de Dios…”, Éxodo 18:21 (DHH C2002).




Conclusión. En el pasaje no aparece el nombre del faraón de Egipto; sin embargo, sí los nombres de las parteras. Dios las honró y con razón. Por su gran temor a Dios el pueblo fue bendecido. Este principio se encuentra también en el N.T. “Los creyentes vivían en el temor del Señor y…”, como consecuencia la iglesia “creció en número”, Hechos 9:31 (NTV). ¿Cuál fue la recompensa para Sifra y Fúa? Dios las bendijo de todas las maneras posibles y les permitió ser madres. ¿Pero madre de quién? “Los israelitas se hicieron… más numerosos… por haberse mostrado temerosas de Dios, les concedió tener muchos hijos… casas y… bienes, Éxodo 1:20-21 (BAD, ORO). Israel fue bendecido y creció debido al temor de las parteras y ellas fueron bendecidas con la vida del pueblo. “Les concedió tener muchos hijos”. Estos hijos podrían ser propios lo que indicaría que las parteras estaban en edad reproductiva o que Dios se los dio de manera sobrenatural. Pero existe otra posibilidad y es que el propio pueblo se transformó en la descendencia de ellas; es decir, ellas se transformaron en madres para Israel. ¿A quién más sino a las parteras podría Dios haber confiado los niños que ayudaron a nacer? Dios confía ‘recién nacidos’ solo a aquellos que saben cuidarlos. Es cierto que únicamente Dios hace nacer hijos para el reino; pero ellos son confiados a quienes reverencian su nombre. Con dolor se puede constatar que el faraón sigue vivo, condenando a muerte a muchos niños, pero también con alegría se puede afirmar que muchas Sifras y Fúas siguen haciendo todo lo posible para cuidar y proteger a los recién nacidos. ¡Bienaventurados aquellos que honran al Dios de la vida, defendiendo la vida de los recién nacidos!