"Lucas en el capítulo anterior nos hizo ver que el hecho de vivir nuestra fe no debe ser considerado un hecho extraordinario, por el contrario, el vivir nuestra fe es un acto que obedece a la naturaleza misma del nuevo nacimiento. En otras palabras, es normal que un creyente verdadero desee a Dios y quiera hacer su voluntad."
Pr. Rodrigo Cisternas