21 de enero de 2017
Charles de Foucauld dice: "Desde que me persuadí de que Dios existía, ya no pude vivir sino para Él solo". El enamoramiento lleva también a la desposesión de sí mismo y a la entrega total a la persona de la que se está enamorado. Jesús está locamente enamorado de la voluntad del Padre y, como consecuencia, está enamorado enteramente de la humanidad a la cual se quiere entregar totalmente.