La Luna no está allí por casualidad. Fue colocada por Dios con una precisión asombrosa, para influir en los océanos, las estaciones y en la vida misma sobre la Tierra. En este video descubrirás cuán indispensable es la Luna, no solo para el equilibrio natural, sino también como reflejo de la sabiduría divina. Una joya silenciosa en el cielo, que brilla por mandato del Creador.