Ramón Verea era periodista, gallego y hombre de letras. Eso no le privó inventar la primera calculadora capaz de realizar las cuatro operaciones aritméticas en segundos. Patentó su invento, pero se negó a comercializarlo. Él lo había hecho para demostrar que los españoles también sabían inventar, para que la ciencia avanzara y para divertirse haciéndola. Desde Nueva York, fue editor de «El Progreso», «el periódico más valiente e indomable» que se publicaba en castellano.
Con Elena Ojeda, África Egido, Carlos García y Carlos Lapeña