El asesinato de dos funcionarios del gobierno de la CDMX es un golpe serio para Clara Brugada, pero también para la presidenta, quien fue rodeada por la CNTE, ese grupo de choque auspiciado por aquel que nadie sabe dónde está, pero que parece seguir queriendo tener control. Hay malas señales en economía, pero peores señales en términos políticos. Insisto: no tiene caso ir a votar en la farsa de la elección judicial, ya no vivimos en democracia.