Juan Abreu ha escrito sus memorias, las de la infancia y la juventud, las que van desde las primeras imágenes que guarda en el recuerdo hasta la salida de Cuba por Mariel, aquella fuga masiva de la isla, que Castro convritió en un problema para los Estados Unidos y una razón más para perseguir a todo disidente y a sus familias. Todo con tal de no reconocer el fracaso de su gobierno. Las Memorias de Abreu son una celebración de la vida y de la libertad, de las mujeres y del humor, de la literatura. Y por tanto son incompatibles con el comunismo castrista, con la mugre socialista, con la dictadura, la delación, la miseria moral y la persecución del discrepante. Abreu escribe, siempre lo ha hecho, confiesa, para hacer feliz a su madre