¿ Cómo y Cuándo debo corregir a mi hijo?
Vicky Gomez https://anchor.fm/vicky-gomez
00:26:51
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Esrealy
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Hay diferentes Etapas de Disciplina
DE cero a los 3 años el énfasis está en el Reconocimiento de la autoridad El Niño debe saber que usted es la autoridad y que debe obedecerle y aprender a responder de una sola vez a sus ordenes pero debemos ayudarlo a obedecer está aprendiendo es una proceso de aprendizaje.
Se ha dicho mucho que las bases y el aprendizaje que va a durar para toda la vida se lleva a cabo durante los primeros cuatro años de edad.
Después de los 4 a los 6 años el énfasis está en él obedecer o cumplir normas y reglas y ahí nosotros formamos a los niños poniéndoles que hacer quehaceres en la casa para que los cumpla y entonces allí afianzamos ese concepto, nos sorprenderíamos saber toda la ayuda realmente que puede ser un niño bien educado y obediente que recoja sus juguetes que lleve la ropa sucia a su lugar que doble su pijama, ordenar la mesa para comer, es un proceso largo y es más difícil al principio y preferimos muchas veces hacerlo nosotras pero estamos ayudando a crear obediencia y hábitos en los niños
y de los 6 a los 12 siempre debemos estar enfatizando hábitos morales pero en esta etapa los niños pueden ser más perceptivos a aprender hábitos y valores morales que no van a aprender en ninguna parte siempre deben ellos saber del respeto a los demás, el respeto a las propiedades ajenas cuando enfaticemos mucho acerca del respeto se va a hacer más fácil a ellos respetar a Dios y temor a Dios que es el principio de la sabiduría. Enseñemos los principios y los valores leamos la Biblia con ellos repitamos esos valores como nos dice El Señor: todos los días cuando se levanten cuando se acuesten
Dt 6;6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;
7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
para que podamos fortalecer la conducta moral de nuestros hijos de esa manera cuando lleguen a ser adultos no tengan problemas obedeciendo las reglas; recuerda
Pr. 22:6 Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.
que enseñemos al niño en su camino desde pequeño
quiero invitarlas a trata de vivir una experiencia maravillosa como madre; que los consejos dados por Dios puedan comenzar a ser aplicados en su vida y poder vivir una experiencia nueva y diferente con sus hijos
saben la mayoría de los padres no sabemos cómo vivir la vida y podemos sufrir con nuestros hijos por las consecuencias que trae el no educar y disciplinar a nuestros hijos de la manera que Dios lo manda y esto es porque lo queremos hacer a nuestra manera y hemos dejado la palabra del Dios y no hemos dejado que sea El, El que nos oriente, nos guíe y principalmente nos ayude. Recuerde
Juan 15:4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
¿Qué tipo de fruto queremos que sean nuestros hijos?
---
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DE cero a los 3 años el énfasis está en el Reconocimiento de la autoridad El Niño debe saber que usted es la autoridad y que debe obedecerle y aprender a responder de una sola vez a sus ordenes pero debemos ayudarlo a obedecer está aprendiendo es una proceso de aprendizaje.
Se ha dicho mucho que las bases y el aprendizaje que va a durar para toda la vida se lleva a cabo durante los primeros cuatro años de edad.
Después de los 4 a los 6 años el énfasis está en él obedecer o cumplir normas y reglas y ahí nosotros formamos a los niños poniéndoles que hacer quehaceres en la casa para que los cumpla y entonces allí afianzamos ese concepto, nos sorprenderíamos saber toda la ayuda realmente que puede ser un niño bien educado y obediente que recoja sus juguetes que lleve la ropa sucia a su lugar que doble su pijama, ordenar la mesa para comer, es un proceso largo y es más difícil al principio y preferimos muchas veces hacerlo nosotras pero estamos ayudando a crear obediencia y hábitos en los niños
y de los 6 a los 12 siempre debemos estar enfatizando hábitos morales pero en esta etapa los niños pueden ser más perceptivos a aprender hábitos y valores morales que no van a aprender en ninguna parte siempre deben ellos saber del respeto a los demás, el respeto a las propiedades ajenas cuando enfaticemos mucho acerca del respeto se va a hacer más fácil a ellos respetar a Dios y temor a Dios que es el principio de la sabiduría. Enseñemos los principios y los valores leamos la Biblia con ellos repitamos esos valores como nos dice El Señor: todos los días cuando se levanten cuando se acuesten
Dt 6;6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;
7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
para que podamos fortalecer la conducta moral de nuestros hijos de esa manera cuando lleguen a ser adultos no tengan problemas obedeciendo las reglas; recuerda
Pr. 22:6 Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.
que enseñemos al niño en su camino desde pequeño
quiero invitarlas a trata de vivir una experiencia maravillosa como madre; que los consejos dados por Dios puedan comenzar a ser aplicados en su vida y poder vivir una experiencia nueva y diferente con sus hijos
saben la mayoría de los padres no sabemos cómo vivir la vida y podemos sufrir con nuestros hijos por las consecuencias que trae el no educar y disciplinar a nuestros hijos de la manera que Dios lo manda y esto es porque lo queremos hacer a nuestra manera y hemos dejado la palabra del Dios y no hemos dejado que sea El, El que nos oriente, nos guíe y principalmente nos ayude. Recuerde
Juan 15:4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
¿Qué tipo de fruto queremos que sean nuestros hijos?
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