
About
Satanás no tiene poder sobre los hijos de Dios. Sólo el Señor puede autorizarlo para que nos zarandee, de lo cual hay algunos ejemplos en la Biblia.
Ser entregado a Satanás es muy distinto si somos o no hijos de Dios, pero sea cual sea nuestra posición, siempre traerá sufrimiento; en algunos casos para corrección y en otros para perdición y condenación.