Inclina, oh Jehová, tu oído, y escúchame,
Porque estoy afligido y menesteroso.
Guarda mi alma, porque soy piadoso;
Salva tú, oh Dios mío, a tu siervo que en ti confía.
Ten misericordia de mí, oh Jehová;
Porque a ti clamo todo el día.
Alegra el alma de tu siervo,
Porque a ti, oh Señor, levanto mi alma.
Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador,
Y grande en misericordia para con todos los que te invocan.
Escucha, oh Jehová, mi oración,
Y está atento a la voz de mis ruegos.
En el día de mi angustia te llamaré,
Porque tú me respondes.