Cuantas veces nos hemos visto confrontados por los distintos problemas en la vida. Estos crean en nuestras vidas temor, ansiedad, depresión, angustia, destruyendo en si nuestro equilibrio y paz interna. Dios nos llama primero a reconocer quienes somos, nos llama a confiar, nos llama a depositar nuestros problemas en El. Cuan necesario es para con nuestras vidas la existencia de paz. Como lo decía Habacuc, cuando espero en Dios, hay libertad en mi alma.