Cuando vemos a nuestro alrededor vemos a un mundo con grandes necesidades. Eso es lo que alcanzamos a ver. Muchas familias no tienen lo necesario para llenar sus necesidades. Las sociedades creadas por el hombre pone su énfasis en llenar y satisfacer a una minoría de individuos que detenta el poder. De allí surge una teología dedicada a buscar un mundo mas justo, donde los pobres tengan justicia.
Pero la teología de la liberación se queda corta en tratar de entender el trasfondo del problema. El problema de una sociedad gobernada por el hombre que se considera a si mismo como dios. En la profecía se nos muestra que la sociedad del hombre sera finalmente detenida y se formara una nueva sociedad cuando nuestro Rey y Señor retorne a esta tierra.
Dios nos abre las puertas a la necesidad espiritual que todos, tanto ricos como pobres tienen la necesidad de un Salvador. Dios ha abierto la posibilidad de salvación a todos sin distinción de su estrato social. Una ves el corazón es transformado, la persona crea a su alrededor un mundo de justicia que pueda ayudar al necesitado. Recordando que esta tierra no es eterna y nosotros no somos eternos, debemos de entender que lo espiritual toma prevalencia en nuestras vidas.