Las tensiones entre Irán e Israel se han intensificado desde el 13 de junio de 2025, cuando Israel lanzó ataques contra instalaciones nucleares iraníes, incluidas Natanz, Isfahán y Fordo, con el objetivo de desmantelar el programa nuclear iraní, que Israel considera una amenaza existencial. Irán respondió con misiles balísticos contra Israel, causando víctimas civiles y daños en ciudades como Tel Aviv y Beersheba. La planta de Fordo, ubicada bajo una montaña cerca de Qom, es clave por su capacidad para enriquecer uranio al 83,7%, cerca del 90% requerido para un arma nuclear. Su diseño subterráneo, protegido por 80-90 metros de roca y defensas aéreas, la hace prácticamente inmune a los ataques israelíes convencionales. Israel ha atacado Fordo, pero sin causar daños significativos, lo que ha intensificado su presión sobre Estados Unidos para que intervenga.