El magistrado instructor ordenó el ingreso en prisión de Santos Cerdán. En pocos días ha pasado de ser el todopoderoso secretario de Organización del PSOE y diputado en el Congreso a ser un preso común acusado de formar parte de una organización criminal, cohecho y tráfico de influencias. Las pruebas son abrumadoras y sus intentos de explicarse ante el juez han sido patéticos. No era más que un pobre hombre sin formación, escasas luces y ciega lealtad a Sánchez. Ahora se tendrá que determinar el alcance de los millones sustraídos con prácticas corruptas y saber si una parte era para el partido. En cualquier caso, los dos secretarios de organización del líder socialista han demostrado ser personas indeseables hasta extremos que eran impensables.