La situación es extraordinariamente grave. Estamos ante el mayor desafío al Estado de Derecho desde que se aprobó la Constitución de 1978 por culpa de una amnistía inconstitucional, injusta e innecesaria. La única justificación posible es garantizar que Sánchez sea presidente del Gobierno. Por ello, hay que salir a la calle y gritar «no con mi voto». Es el «Basta ya» que se utilizó contra ETA, ahora que se ha blanqueado a los antiguos dirigentes de su aparato político y militar. La izquierda política y mediática prefiere a antiguos terroristas, como Josu Ternera o Arnaldo Otegi, antes que a un expresidente del Gobierno como Aznar.