Su osadía es asombrosa, aunque lo interesante es que marca el camino que ha elegido para aguantar hasta 2027. Es la estrategia del relato sin importar la verdad, la coherencia, el rigor y la eficacia. Su comparecencia fue tan inconsistente como innecesaria. A estas alturas seguimos sumidos en la más absoluta oscuridad sobre el gran apagón, el caos ferroviario o el gasto militar. Es el sanchismo en estado puro.