Hay cosas que no se gritan, pero sí se deben decir. Si algo te tocó, si algo hizo clic en ti, no lo entierres.
Compartir el asombro no es hacer ruido, es dar vida.
Este episodio cierra la serie con una invitación sencilla: habla desde lo real, desde lo que viviste. Porque eso, justamente eso, es lo que puede despertar a alguien más.