El 6 de diciembre de 1991, los bomberos acudieron a la llamada de un incendio en una tienda de yogur helado en Austin, Texas. Allí encontraron el horrible espectáculo de los cuerpos de cuatro chicas jóvenes calcinadas y con marcas de haber sido ejecutadas. Uno de los casos fríos más misteriosos de la crónica negra de Estados Unidos.