Debido a la pandemia y el recorte de los recursos sociales de ligoteo que tanto juego nos daban nos hemos visto obligadas a expandir nuestros horizontes a mercados auxiliares, y que mejor que aprovechar algo tan rollo como llevar a tus hijos demoniacos a clase para catar al profe de turno. Un consejo: las clases te eligen a ti no tus hijos a las clases, ya lo entenderás.