
🔊📖🐔 EL CANTO DEL GALLO
🗓️ Viernes, 12/9/2025
Serie: ANIMALES CON ENSEÑANZA 🐜🐍
EP#8: CAMALEÓN
Lectura: Levíticos 11:29 y 30
El día estaba frío, gris y lluvioso así que esa tarde Julián revolvió su pequeña casa buscando monedas para poder ir a la reunión en taxi. Julián vivía en un barrio humilde. Su casa se veía gris, porque nunca había podido pintarla. De hecho, había hecho un gran sacrificio para revocarla.
En un jarrito despintado encontró la plata que le hacía falta para poder hacer el viaje.
Cuando Julián estaba a punto de pedir el taxi, alguien golpea la puerta. Era Agustina, su pequeña vecina, que estaba empapada y muy triste. En medio de un mar de lágrimas, le contó que no tenían para comer, porque su papá se gastó todo en bebidas y su hermana más chiquita no paraba de llorar porque necesitaba leche.
Julián se conmovió por dentro. Su padre también se había entregado al alcohol y sabía de primera mano cómo duele la panza cuando hace días no hay nada para comer. Julián sabía cómo duele el corazón cuando sentís que nadie vela por vos. Miró los billetes arrugados en su mano y se sintió miserable porque eso era lo único que tenía para darle. La acompañó hasta su casa llevando los billetes y las pocas cosas que encontró en su alacena.
Julián salió apurado para la reunión. Llegó tarde, empapado, embarrado y tremendamente triste. A pesar de las fuertes lluvias, todo estaba repleto y el único lugar en el salón era junto a doña Antonia.
Ella siempre estaba impecable. Parecía que se vestía para una importante conferencia todos los domingos. Usaba perfumes caros y zapatos de diseñador. A Antonia no podías preguntarle la edad porque podía lanzarte una mirada de esas que duelen. Ella manejaba muchas cosas en la iglesia porque era una señora de renombre. Siempre se jactaba de ser descendiente de grandes misioneros.
El predicador pasó al frente y meditó en 1 Pedro 2: 21b "Dejándonos ejemplos, para que sigamos sus pisadas"
Su bosquejo era sencillo, pero se basaba en parecernos a Cristo todo el tiempo.
Antonia no podía prestar atención. Le molestaba mucho que Julián sea tan desubicado como para llegar tan tarde. No sólo eso, sino que llegó con olor y empapado. Cuando se sentó la rozó a ella y a su hermosa cartera de cuero. Antonia no veía la hora de que termine la reunión para poder limpiarla.
Para ser sinceros, Julián tampoco podía prestar mucha atención. Agustina y su extrema necesidad daban vueltas en su cabeza. Así que se inclinó y entre lágrimas silenciosas le rogó al Señor que él pueda darles para comer ese día. También suplicó misericordia para el padre de la niña.
Como la iglesia sostenía a un misionero en Angola, quien presidía los instó a ofrendar. Cuando pasaron la bolsa Julián no tenía un centavo más para dar. Antonia lo miró con disgusto, tomó la bolsa y se dispuso a poner unos gruesos billetes. A los ojos de todos los que estaban en aquella reunión, Antonia había dado mucho. Pero aquella gran suma no movía sus finanzas.
Julián en cambio, lo había dado todo y no paraba de orar.
Ese día el más parecido al Señor había sido Julián. Aunque llegó tarde, sucio y sin nada más para dar.
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📲 FRASE DEL DIA: ¡Oh que el Señor ponga en nosotros corazones como el de Julián! Corazones de entrega absoluta. Corazones como el de Cristo, EN TODO tiempo y lugar. ¡Amén!
🖋️ Rocio Delgado
🎶🎵 Dame un nuevo corazón - Grupo Redentor