🔊📖🐔 EL CANTO DEL GALLO
🗓️ Miércoles, 18/6/2025
Serie: HASTA QUE EL MUNDO ARDA 🔥
EP#12 Fuego que Declara II
📖 "¿No es mi palabra como fuego —declara el Señor— y como martillo que despedaza la roca?" (Jeremías 23:29)
En un tiempo donde se banalizan las verdades eternas y se relativizan los absolutos, la Palabra de Dios irrumpe con fuerza arrolladora. No es un murmullo entre tantas voces, ni un eco de antiguas religiosidades. Es fuego. Es martillo. Es dinamita divina que quebranta, enciende y transforma. Jeremías, el profeta que lloró por Israel, conocía bien ese poder. La Palabra del Señor no era un conjunto de conceptos abstractos, sino una realidad activa, ardiente, contundente.
Cuando Dios pregunta retóricamente “¿No es mi palabra como fuego?”, no apela a una imagen poética, sino a una verdad espiritual. El fuego en las Escrituras representa juicio, purificación, presencia y pasión divina. Como en el monte Sinaí (Éxodo 19:18), como en el altar de Elías (1 Reyes 18:38), como en las lenguas de Pentecostés (Hechos 2:3). Y cuando la llama toca el corazón, lo transforma de manera irreversible.
La Palabra también es martillo que hace pedazos las rocas. No un martillo de carpintero, sino el mazo del herrero, capaz de triturar lo aparentemente inquebrantable. ¿Qué roca? El corazón endurecido. Las estructuras ideológicas que se oponen a la verdad. Las mentiras que se han hecho fortalezas en el alma. Como dijo el apóstol Pablo: "Las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios..." (2 Corintios 10:4–5)
Dios no susurra para ver si queremos escucharlo. Golpea. Impacta. Quebranta. No por crueldad, sino por amor. Porque sólo en la ruina de nuestra autosuficiencia puede levantarse su Reino.
En una era donde el Evangelio es tratado como un sistema ético más, una filosofía alternativa, o una guía espiritual para el bienestar personal, las palabras de Pablo retumban como trueno: "Porque no me avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios (dynamis theou) para salvación a todo aquel que cree..." (Romanos 1:16)
Dynamis no es simplemente fuerza o capacidad. Es la raíz de “dinamita”, es poder explosivo, energía viva. No es solo verdad, es verdad con efecto eterno. No es consejo: es transformación.
Luis Palau decía: “El Evangelio no es una historia vieja ni un ritual vacío. Es un poder actual que cambia vidas ahora mismo.”
Y así como en los días de los apóstoles, la predicación del Evangelio sigue sacudiendo culturas, levantando caídos, rompiendo cadenas, odio y desesperanza. Es fuego que purifica. Es martillo que rompe.
La Palabra no solo es contemplación, es misión. No se nos da para debatirla, sino para vivirla. Por eso, el llamado no es solo a entender, sino a obedecer.
• Si eres tímido: Pide valentía. Los discípulos, después de ser amenazados, oraron: “Señor… concede a tus siervos que con todo valor hablen tu palabra.” (Hechos 4:29). El resultado fue una nueva llenura del Espíritu y una proclamación con poder inquebrantable.
• Si eres sabio: Usa tu influencia. “Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento, y los que guiaron a muchos a la justicia, como las estrellas a perpetua eternidad.” (Daniel 12:3)
• Si eres joven: No digas “soy muy joven”, como Jeremías (Jer. 1:6-7). Pablo le escribió a Timoteo: “Ninguno tenga en poco tu juventud; sino sé ejemplo...” (1 Timoteo 4:12)
La Palabra no necesita edad avanzada para brillar, necesita corazones rendidos.
.................................................................................................................................................................
📲 FRASE DEL DIA: Cuando Dios pregunta retóricamente “¿No es mi palabra como fuego?”, no apela a una imagen poética, sino a una verdad espiritual.
🖋️ Nelson Gallitto
🎶🎵 Refiner's Fire - Brian Doerksen – Cover al español Proyecto Legado