📖🐔🔊 EL CANTO DEL GALLO
🗓️ 7/6/2025
SERIE: SÁBADOS DE CAMBIO ↩️ 🐓
Título: Dios nunca te deja tirado
📖 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos (Hechos 2:1).
Hoy, Dios nunca te deja tirado. Hechos 1 es un capítulo colmado de experiencias que, al pasar rápido la lectura, parecen momentos que cada segundo se pesaban. Comienza con un Jesús resucitado entrenando a sus discípulos por 40 días, la promesa de su regreso, la promesa del Espíritu Santo, la elección de Matías como discípulo en reemplazo de Judas y la presencia de una iglesia naciente de 120 fieles que estaban preparados para obedecer, aunque sin la confianza plena que esperaban aún.
Ahora, las emociones al final de este capítulo posiblemente no reflejan todo lo que describes en Hechos, desde el capítulo dos en adelante. Hechos fue un torbellino de crecimiento y expansión, y los primeros versos del capítulo uno también fueron un torbellino de emociones al ver a Jesús milagrosamente resucitado. Pero en el medio, entre los versos 16 y 22, la situación era posiblemente diferente. Estaban estos discípulos y la primera iglesia de Jesús reunidos en el aposento alto, y seguramente había un poco de incertidumbre. Es claro que pensaron un poquito las cosas: no habían salido como ellos lo habían soñado o imaginado. La teoría, posiblemente, la sabían de memoria, pero entender que Jesús ya no estaría presencialmente con ellos después de la resurrección debe haber sido un tanto movilizador.
Cuando María abraza a Jesús en su resurrección y el Señor le dice "No me toques", en realidad la traducción correcta sería "No te aferres". Esa es la expresión literal de lo que querían hacer con Jesús: aferrarse, no soltarlo, no hacer que se vaya nunca más. Pero Jesús tenía su lugar, que era la diestra de Dios. Es decir, las cosas no habían salido como ellos pensaban, pero además, la tristeza rondaba en la escena. Pensemos simplemente que en ese lugar estaban María, madre de Jesús, los hermanos de Jesús y los discípulos que habían estado íntimamente con Él. El ambiente no estaba para una fiesta; había incertidumbre, pena, y la sensación de que ese ser querido ya no estaba. Seguramente, esto podía generar un ambiente poco festivo.
La idea de sentir que Jesús los había abandonado o esa sensación de pérdida o de abandono también pudo haber estado presente. Aclaro que no es que Jesús abandona, sino esa experiencia vivencial de sentir ese vacío. Era un tiempo de pausa, porque ese vacío iba a ser llenado por el Espíritu Santo. Pero eso todavía no había acontecido, y en algunos versos más adelante, esa emoción grande por lo vivido y por lo que vendría no tenía aún el control que el Espíritu Santo después iba a generar en cada uno de los cristianos.
Por otro lado, también pensaban en qué había pasado con Judas. Judas los había traicionado, lo cual constituye una situación muy difícil. Pedro les explica y les recuerda las palabras de David para aliviar un poco la carga y el peso, pero no debe haber sido sencillo presentarse ante la sociedad, habiendo sido engañado desde adentro por uno que parecía propio y que, al final, fue siempre un enemigo.
La credibilidad de un grupo fue vulnerada, y la traición siempre deja marcas. Absalón a David, los agravios a Pablo, Judas a Jesús, y los discípulos: la traición deja huellas profundas. Finalmente, la elección apresurada de Matías, con una metodología que no era digna de Jesús y que el mismo Jesús les había recomendado esperar —es decir, movilizarse hasta la venida del Espíritu Santo para avanzar en la obra misionera que Él les había encomendado—, no fue fácil de aceptar. Equivocarse de entrada no es sencillo, igual que cometer errores a nivel ministerial. En medio de este ..................................
Javier Abdala
🎶🎵 Él no te dejará - Blest